mercoledì 29 maggio 2013

Venezuela será reconocida por la FAO en Roma por sus progresos notables en la lucha contra el hambre



Venezuela será reconocida por la FAO en Roma por sus progresos notables en la lucha contra el hambre

Prensa FAOVE | Miércoles, 29/05/2013 07:29 AM |


29 de mayo de 2013.- En el marco del 38° Periodo
de sesión de la Conferencia de la FAO en Roma se realizará un acto especial en “Reconocimiento de los progresos notables y excepcionales en la lucha contra el hambre” para honrar los avances de 35 países, entre los cuales se incluye Venezuela, en su batalla contra el hambre.

A la luz de la visión y el mandato de la FAO de trabajar por un mundo libre de hambre y la malnutrición, la Organización presenta al mundo estimaciones del número de personas hambrientas en casi todos los países del mundo, tomando como marco de referencia los objetivos planteados en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) de 1996 y los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) del 2000.

Los países que participaron en la CMA convocada por la FAO en Roma en 1996, declararon consagrar su voluntad política a conseguir la seguridad alimentaria para todos y a realizar un esfuerzo constante para erradicar el hambre de todos los países, con el objetivo inmediato de reducir el número de personas subnutridas a la mitad, tomando como fecha base el año 1990. Este objetivo debía cumplirse antes del 2015.

En el año 2000, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, 189 países se comprometieron a liberar a las personas de numerosas privaciones y ofrecer un nivel de vida mínimo que incluya estar exento de hambre. Este compromiso se tradujo en la formulación de los ocho Objetivos de Desarrollos del Milenio (ODM). El ODM 1 expresa el deseo de erradicar la pobreza extrema y el hambre. Así, además de la meta de reducir a la mitad la pobreza mundial para el año 2015, se fijó la meta de reducir a la mitad la proporción de personas que padecen hambre en el mismo plazo.

Según las estimaciones más recientes de la FAO, Venezuela forma parte del grupo de 35 países que han realizado progresos excepcionales, al haber reducido la prevalencia de la subnutrición del 13.5% en el periodo 1990-1992 a menos de 5% en el periodo 2010-2012 y haber alcanzado así la meta del ODM 1 referente al hambre.

El número de personas subnutridas en el país ha pasado de ser 2.7 millones de 1990-1992 a un número muy bajo para el periodo 2010-2012, por lo tanto, Venezuela ha alcanzado también la más ambiciosa meta de la CMA.

Estos importantes logros son el resultado de una combinación de políticas destinadas a cubrir el marco legal, disponibilidad y acceso a los alimentos; pilares fundamentales del concepto de seguridad alimentaria. En el ámbito legal destaca un fuerte marco legal sustentado en el artículo 305 de la Constitución, así como una Ley Orgánica para la Seguridad y Soberanía Alimentaria (LOSSA). También resulta innovador en el ámbito del poder ejecutivo la creación en 2004 de un vigoroso Ministerio que trata específicamente el tema de Alimentación.

En relación a la disponibilidad, la FAO tiene como referencia que para que una persona no padezca de hambre o esté subnutrida debe consumir como mínimo 1.800 Kilocalorías/por día. En Venezuela, según datos del Instituto Nacional de Nutrición (INN), la disponibilidad calórica por persona alcanza 3.182 kilocalorías/por día.

Sobre el acceso a los alimentos resalta una amplia red de abastecimiento público: Supermercados Bicentenario, Mercal, PDVAL, ferias a cielo abierto, bodegas móviles, casas de alimentación, entre otras iniciativas, llegando a tener 22 mil puntos de abastecimiento a lo largo del territorio nacional. Actualmente, Misión Alimentación (programa bandera del Ministerio del Poder Popular para la Alimentación) atiende a 17,5 millones de personas, con una cobertura que llega a 61% de la población venezolana, quienes gozan de un subsidio que llega a alcanzar el 78,7% del total del precio del alimento, según la información manejada por el Ministerio del Poder Popular para la Alimentación.



martedì 28 maggio 2013

Fidel Castro si congratula con il presidente rieletto dell'Ecuador /ECUADOR EN EL NUEVO MANDATO DE RAFAEL CORREA (espanol)


Fidel Castro si congratula con il presidente rieletto dell'Ecuador



L'Avana, 27 mag (Prensa Latina) Il leader storico della Rivoluzione cubana, Fidel Castro, si è congratulato con il presidente rieletto dell'Ecuador, Rafael Correa, che ha assunto l'incarico per un nuovo mandato fino al 2017.

"Caro Rafael, mi congratulo per il tuo discorso coraggioso e per la grande autorità morale e politica con la quale assumi nuovamente la presidenza dell'Ecuador", dice il messaggio del venerdì, inviato da L'Avana.

"Ho sentito la fermezza della tua voce quando condannava inconfutabilmente il bloqueo economico contro Cuba", ha aggiunto.

"Qualunque sia la durata della movimentata storia della nostra specie, nessuno potrà mai dimostrare che i grossolani interessi materiali saranno in grado di creare cittadini più virtuosi ed onesti", dice il leader cubano nella sua lettera al dignitario ecuadoriano.

“Una idea giusta dal fondo di una grotta è più potente di un esercito, ha detto l'apostolo della nostra indipendenza”, ha ricordato.

Nella conclusione del suo messaggio con un abbraccio di saluto, il presidente Fidel Castro ha detto: "Mi congratulo con te per il tributo giusto e sentito ad Hugo Chavez, che ha amato tanto l'Ecuador".

Ig/ogt/yp

ECUADOR EN EL NUEVO MANDATO DE RAFAEL CORREA

Entrevista de la Revista Bohemia de Cuba a Alexis Ponce
Periodista Susadny González  24.05.2013

¿Podría especificarme su cargo actual o función dentro del Gobierno?

Soy defensor de DDHH y en la actualidad, asesor social del compañero Walter Solís, Secretario Nacional del Agua.

Ciertos analistas sostienen que después de la muerte de Chávez, Rafael Correa emerge como el nuevo líder del continente. ¿Comparte este criterio o vislumbra un liderazgo más colegiado en la región?

Comparto el criterio de mi Presidente, quien
públicamente expresó su desacuerdo con que la oligarquía mediática global lo sitúe como “el nuevo caudillo” a la muerte de Chávez. Rafael ha dicho claramente que no le interesa liderar absolutamente nada, sino “servir a nuestras patrias pequeñas y a la Patria Grande, nuestra Latinoamérica”.

Ahora bien, en una perspectiva histórica, e independientemente de la correcta postura personal manifestada por nuestro “Mashi”, como lo llamamos muchos en Ecuador (“mashien quichua: amigo, compañero), es indudable que el Presidente Rafael Correa se ha ido convirtiendo, a pasos acelerados, en un referente del nuevo liderazgo continental, reconocido así por aliados y adversarios en buena parte del mundo.  

Hace seis años escribí algo que me parece sigue vigente y se potencia cada día: sostuve que Correa tiene una cualidad regional inédita: ser un líder que, por su personalidad natural y su sólida formación académica, unifica como una bisagra geopolítica las identidades de las grandes regiones del continente: el norte y el centro de Sudamérica, el Caribe y el Cono Sur.

A propósito del liderazgo colegiado, es acertada la tesis de nuestro querido compañero Álvaro García Linera, Vicepresidente de Bolivia, quien señaló en octubre de 2012 que “nuestros procesos no amarran a un modelo exclusivo, sino que son búsquedas plurales con velocidades y densidades diferenciadas para desmontar la maquinaria neoliberal y que se juntan unos con otros y forman un torrente que converge. Es obvio que, bajo esa dimensión, como sucedió en las luchas de la Primera Independencia con Bolívar, San Martín, Morelos, Artigas, Sucre, Martí, Morazán y otros, hoy tenemos en Latinoamérica un potente liderazgo colegiado: Rafael, Lula, Nicolás, Evo, Cristina, Raúl, Dilma, Daniel, Mauricio, Pepe...

El Mashi”, como todos los heterogéneos jefes de estado de la nueva Latinoamérica, es un líder en proceso permanente de construcción regional: se va formando cada día como un estadista supranacional con fuerte impacto generacional y en la gente sencilla, de a pie, en lugares tan disímiles como Caracas, Milán, Madrid, Buenos Aires o La Habana.

¿Cuál es la visión que en su país se tiene hoy del presidente Rafael Correa? En su opinión cuáles son algunas de sus fortalezas para conducir un proyecto de gobierno como la Revolución Ciudadana y el Buen vivir que defiende.

La visión del ciudadano de a pie es que tenemos, y así es, un presidente 100% ecuatoriano, que lleva en sí mismo las identidades de las cinco regiones del país, que siendo costeño tiene mucho de serrano, que siempre cumple lo que dice, que trabaja de sol a sol, sin descanso (recuerdo que a Fidel en Cuba el pueblo le decía “el Caballo”, por la forma de trabajar y de darse), que se conoce cada palmo del territorio como pocos presidentes (quizás Alfaro o Velasco Ibarra), que es muy tierno y delicado con los humildes y muy severo, casi “un diablo” con los poderosos, que es amoroso con los pobres y los niños, y  a la vez apasionado y enérgico ante las injusticias y las trabas del día a día, con una voluntad indomable, un pragmatismo que no eclipsa su gran idealismo, y sólidos conocimientos de estadista del nuevo tiempo. El 30-S lo vi crecer a la altura conmovedora de la historia de América Latina. Si fuese colombiano, la gente le diría “¡es un berraco!”. Creo que sintetiza un acumulado nacional de décadas, eso es lo que no entiende la oligarquía mediática golpista, es decir reúne las fortalezas históricas y ‘ese misterio humano’ que es el carisma, de tres hombres que lo antecedieron: Eloy Alfaro, Velasco Ibarra y Jaime Roldós.

Sus ideas, frases y decires, se repiten y recuerdan en muchos espacios, publicaciones y eventos por doquier. Y si “las ideas son a prueba de balas”, es que el hombre ha vencido. Quizás, ya como cosa mía, digo que le hace falta, un poco, volver a recuperar, después de algunos años de ejercicio del poder, esa cautivadora ironía sonriente que enamoró a tantos y tantas, cuando era el ministro de Economía más joven en la historia del país.

Su principal fortaleza es el apoyo popular, real e impresionante, que ha mantenido y aumentado con el paso de los años. Esa fortaleza determina las demás: en primer lugar, la progresiva radicalización, que en todo líder consecuente es notoria, como en el Fidel de 1961, el Perón de 1955, el Chávez del 2001. Para conducir la Revolución Ciudadana, el Gobierno y el horizonte estratégico del Socialismo del Buen Vivir, esas fortalezas garantizan el avance, no sin dificultades objetivas y subjetivas, de nuestro proceso, que es propio, sin anclas a modelos previos, autóctono, que se hace al andar, y que, al decir de Mariátegui, es creación heroica.

En unos de sus artículos usted alude a la manera en que algunos gobiernos progresistas parecen abocados a la búsqueda de un camino alternativo al neoliberalismo. ¿De qué manera se ilustra ese horizonte estratégico en su país?

Es una inusitada ‘tríada’ la que vivimos hace años en el continente y Ecuador: por un lado, es un momento de superación definitiva del neoliberalismo, la fase salvaje del capitalismo global; por otro lado, es un ‘tempo’ histórico de integración irreversible y unidad continental como solamente tuvimos a inicios del siglo XIX, en la ruptura definitiva con el imperio español al cual derrotamos; y, finalmente, es un espacio de diversidades juntadas como lo manifiesta ese intelectual ejemplar que es Álvaro García Linera, para estructurar modelos, estados y sociedades post-neoliberales.

Ese horizonte estratégico y esa tríada, se ilustran en el país en el desmantelamiento progresivo, pero acelerado, del neoliberalismo, en las esferas económica, política, institucional, ideológica y cultural -éstas dos últimas, las más complejas siempre-; el desplazamiento de la oligarquía del control centenario del aparato del Estado; la derrota táctico-estratégica de sus operadores clásicos: los viejos partidos políticos y gremios corporativos más emblemáticos; la configuración, también paulatina y acelerada, del nuevo Estado, en un tiempo histórico donde conviven aún, como es obvio, las dos formas estatales; la superación del “ethos” neoliberal en la distribución de los ingresos y recursos, hoy generados y multiplicados hacia la prioridad gubernamental que son los derechos, obras y servicios sociales; la construcción de una cada vez más sólida agenda exterior soberana, independentista, multi-polar y latinoamericanista que dejó atrás, en el cajón del olvido, al viejo colonialismo mental de la política internacional ecuatoriana del período 1999-2005; los crecientes beneficios estructurales y materiales a los más pobres, las capas populares del país y, factor importante, presente en Ecuador como en el resto de procesos gubernamentales de nuevo tipo, los crecientes beneficios a la clase media, que se amplía inusitadamente. Pero quizás, lo que mejor ilustra el horizonte estratégico, es el factor subjetivo: la recuperación del amor propio, de la autoestima nacional, del orgullo de saberse parte del Ecuador, la identidad de saberse un pueblo en un país diferente y, en muchas cosas, mejor que el que tuvieron las generaciones pasadas. Este país, más que edificios y obras materiales, necesitaba esperanza. Y la empezó a retomar.

Nos falta, obviamente, avanzar en esa necesidad de construir la discursiva y praxis que “baje hacia” y “empodere” a la población en la bandera estratégica más relevante que debemos construir entre todos: el socialismo del buen vivir. Cuando ese proyecto de largo plazo sea asumido profusamente por un pueblo ansioso de participar, la cuenta regresiva del capitalismo marcará un hito en la historia republicana. Pero considero impostergable señalar que ese camino, cualquiera sea el nombre que adopte en el resto de naciones fraternas, debe ser colectivo, regional, es decir global, paso indispensable para vencer a escala continental.

Ud. decía: “la Revolución Ciudadana se halla, paradójicamente, en la hora crucial de las potencialidades y las encrucijadas”. ¿Pudiera argumentar esa afirmación?

Esa afirmación, en rigor, la sostuve en un trabajo que escribí en noviembre del 2008; es decir, han pasado cinco veloces y profundos años, razón por la cual deben contextualizarse y entenderse a la luz de aquel primer año de Revolución Ciudadana. Aún no ocurría entonces, el intento de golpe y magnicidio del 30-S, ni se manifestaban, con la elocuencia de Angostura, los sectores fascistas como el representado por el coronel (r) Mario Pazmiño en FFAA y, sobre todo, en ciertas estructuras de la Policía; aún el partido mediático no se consolidaba como la poderosa vanguardia global de la reacción contra este proceso; tampoco se clarificaba, como hoy, el papel que la historia habrá de calificar, de las ONG’s, los partidos de la autollamada “única y verdadera izquierda” y los movimientos indigenistas y obreristas que abandonaron la lucidez y generosidad de los 80as y 90as, para ensombrecerse en la neblina de sus propios límites, que los convirtió en un “Polifemo anti-correísta” de mirada corta y odios estrechos, que les llevó a apostar a favor de la intentona fascista del 30 de Septiembre. La Revolución Ciudadana, en su difícil viaje colectivo hacia el nuevo país, ha recibido las rocas, ataques y conjuras de este cíclope que tiene, como en la mitología griega, varios otros hermanos en el continente: los cíclopes que, con su solo ojo con que ven la realidad, se oponen a Rafael, Evo, Nicolás, Cristina, Dilma, Pepe y Daniel.
Ahora bien, hay que entender que toda revolución -más aún las que van surgiendo en el siglo 21- siempre camina entre potencialidades y encrucijadas. No creo en la irreversibilidad definitiva de los procesos, ni en la vida ni en la historia. Estamos en un momento aún no definido ni definitivo de los procesos progresistas de América Latina. Luego de lo ocurrido en Honduras y Paraguay nadie puede sostener que tiene certeza de qué ocurrirá más tarde con los intentos desestabilizadores en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina, etcétera.
No sería marxista -y creo serlo- si dijera que nuestro proceso es ‘irreversible’. Caminamos entre potencialidades y encrucijadas: es el signo del destino latinoamericano. Apuesto a las potencialidades, no faltaba más, pero las encrucijadas existen siempre, menos para las estatuas de sal. Con todo ello, veo que las encrucijadas se pueden definir y resolver a través de lo que hemos dado en llamar, tanto por parte del gobierno y una gran porción de la militancia de PAIS, como por parte de los movimientos sociales, obreros, poblacionales y campesinos aliados, la Radicalización del proceso.

¿Cuáles se esbozan como tareas impostergables para el ejecutivo de Correa? ¿Dónde estriban a su juicio los desafíos de la nueva Asamblea?

En el corto plazo la tarea impostergable para el Ejecutivo y Legislativo, se estima que será la aprobación de las leyes estratégicas, trabadas por la oligarquía mediática y la partidocracia criolla antes de su derrota del 17 de febrero. Es decir, las leyes de Comunicación, de Agua, de Tierras y, finalmente, el nuevo Código Penal (y aparejado a éste, tendrá que aportar al cambio estructural de la Fiscalía del Estado, que aún sigue anclada a la vieja dimensión represiva de los 80as y a la visión policial de la DEA).

En el nuevo período presidencial del 2013 al 2017, teniendo como nuestro sur (meta estratégica) al socialismo del buen vivir, veo en el horizonte la construcción inicial de los pilares de aquellas nuevas estructuras del país: el cambio de matriz productiva, la democratización de la economía y los medios de producción; el cambio de la matriz energética; la revolución científica-tecnológica; el desarrollo de un estado democrático del buen vivir desde los territorios; la revolución cultural y del conocimiento (“Ciudad Yáchay” es la piedra fundacional de aquella); y el fortalecimiento participativo de la sociedad.

Pero considero esencial que en todos los plazos: corto, mediano y largo, nuestro proceso genere más democracia que la ya generada y más participación de la que ya existe, pues en este nuevo período abierto por el triunfo aplastante del 17 de febrero, profundizar el proceso de cambio político, social y económico, significa cuidarlo, ahondándolo, puesto que por él hemos luchado millones de ecuatorianos y ecuatorianas, para que no fracase ni en el cuatrienio, ni tampoco en la siguiente década del 2020 al 2030, donde los pilares fundacionales del socialismo del buen vivir empezarán a dar los nuevos frutos.

En esa perspectiva, los desafíos de la nueva Asamblea estriban en la capacidad de generar una elocuente y masiva participación social y ciudadana extra-parlamentaria, ampliando espacios incluyentes inusitados a las organizaciones sociales y permitiendo que las disidencias internas y externas se expresen para cualificar ese salto dialéctico que implica el socialismo del siglo 21. La humildad y la modestia son más bellas cuando más fuerte eres.

Hace unas semanas el presidente hablaba de la necesidad de la crítica y autocrítica a favor del proyecto en construcción. ¿Cuáles son a su entender los principales señalamientos que se le pudiera hacer a su Gobierno?

Solo los dogmáticos y los sectarios desconocen el humilde poder de la autocrítica. Rafael, semanas atrás, con acierto conceptual y valentía corazonal llamó públicamente “a ejercer la autocrítica para revolucionar la revolución”. No podemos dejar solo al presidente Correa en este llamado. Es necesario hacerle saber que cuenta con el apoyo militante, crítico y autocrítico, de PAIS, de los funcionarios, de todas las fuerzas sociales organizadas del país y Latinoamérica que apoyan la profundización participativa y democrática del proceso.

Así que más que señalamientos, que los hay, deberíamos hablar de tareas a fortalecer y deudas a pagar: creo que a mayor ataque de los golpistas, es pertinente más radicalización del proceso. El 30-S la mayoría de la gente, que no tiene título Ph.D, fue la que salió a morir por su presidente y a defender en la calle su vida. Así que a mayor intolerancia del imperio, más participación social y democracia, hacia y desde abajo. A mayor defensa del statu-quo, más democracia participativa. A mayor ataque mediático, más democracia comunicacional y entrega masiva de frecuencias, canales, radios y periódicos a las organizaciones sociales y comunidades.

Las mujeres deben tener su canal de televisión, las organizaciones de trabajadores contar con una frecuencia nacional de radio, los intelectuales con espacios propios en los canales incautados de televisión, los defensores de DDHH que apostamos a este proceso debemos obtener un programa de televisión propio, los comités de la revolución ciudadana contar con periódicos y revistas de tiraje nacional. Entre el 2013 al 2017 será necesario concretar esos espacios de revolución cultural y democratización comunicacional.

¿De qué manera se articula en Ecuador la ofensiva estratégica de las elites luego de su intento por erosionar y desconocer las elecciones presidenciales?

Aquí ese intento “murió en el intento” como Lucio Gutiérrez. Los estamentos fascistas y los grandes medios mercantilistas se aislaron. Quisieron intentarlo, pero fracasaron. La derecha intelectual, los grupos económicos más responsables y el candidato que quedó en segundo lugar, estuvieron a la altura del momento, fueron muy responsables y no cayeron en la trampa gutierrista, socialcristiana y bucaramista. Por lo tanto, éstos no lograron “caprilizar” al país.

Obviamente, hay una matriz hemisférica y trasatlántica, no solo criolla, de embate colectivo contra Rafael y todos los procesos gubernamentales progresistas del continente, que activa un poderoso “lobby” político-económico-mediático-académico-trasnacional (los 'think-tank’ de la reacción) que converge en estrategias de acción mancomunada entre sus pares de la región para desestabilizar al Mashi y también a los otros gobiernos del Eje del Mal, bajo el esquema de las ‘revoluciones naranja´, con una coordinación regional cuyas puntas de lanza son el Partido Popular de España, la USAID, la NED, la Fundación CATO, la Fundación Ecuador Libre, la Sociedad Interamericana de Prensa, el Grupo de Diarios de las Américas, el Canal NTN24 de Colombia y, en la orilla de “los derechos humanos del norte”, las ONG’s, la CIDH-OEA, su Relatoría de Libertad de Expresión y las cortes que dan la razón a las transnacionales y no a los pueblos.

Es decidor que sectores fanáticos de ultraderecha que han perdido espacio desde la consulta por la Constituyente en 2008, y que perdieron abrumadoramente el reciente 17 de febrero, decidieran (como entrenados en iguales matrices de las revoluciones de terciopelo) cambiar el esquema y los escenarios. Apenas perdieron, aparecen enquistados en redes sociales y parapetados en espacios religiosos fundamentalistas, tanto católicos como cristianos, han decidido “migrar” su discurso antigubernamental a otras esferas, mutar como camaleones en pieles diferentes y dar la pelea desestabilizadora con otras identidades: el grupúsculo “14 millones”, inflado mediáticamente ex-profeso, abandera la lucha contra “el diablo” (léase el Gobierno) en todas las iglesias donde reparten octavillas contra la Revolución Ciudadana promocionando movilizaciones contra supuestos, en el pasado reivindicados -en la era febrescorderista (1984-1988)- por el ultramontano grupo “Tradición, Familia y Propiedad”; supuestos que han vuelto a resucitar, a través de ataques falaces contra el Presidente por “alentar” la promiscuidad sexual, la pastilla del día después, el matrimonio gay, etcétera, cuando es notorio, en Ecuador y el mundo, que “el Mashi” es un católico practicante.

Los grupos pro-vida, financiados por lo más exacerbado de la extrema derecha estadounidense del partido Republicano, Sarah Palin y los pastores que dieron “hurras” a Bush, en su momento apoyaron la campaña tendenciosa contra la Constituyente de Montecristi, atizando un discurso cavernario a través de dos mujeres asambleístas que tuvieron enorme caja de resonancia en los medios, para evitar la democratización temática de los derechos. Y hoy, cuando perdieron todo espacio público político, cuando han sido desplazados por una nueva derecha, más homogénea, intelectual y  moderna, salieron del sepulcro para vestir sus blancas túnicas donde incuban el golpismo de nuevo cuño.

Es diciente que lo hagan a sabiendas que tenemos un nuevo Papa, latinoamericano, y un jefe de Estado que fue el primero en saludar y emocionarse con tal nombramiento. Es inevitable que estos embates de hoy, me recuerden la sombra de las operaciones sicológicas montadas por la CIA y sus agentes internos en el Ecuador de los 60as, cuando promovían desde las iglesias y lo religioso, el ataque y la desestabilización a los nuevos vientos que soplaban en el país y el continente.

La oposición, en todo el continente, se nos presenta desideologizada, sin embargo, a propósito de la figura de Guillermo Lasso (segundo en las elecciones de febrero) Correa formula su deseo de que “en este período tengamos una verdadera oposición democrática”. ¿Qué criterios permiten sostener esa expectativa?

Entiendo muy bien y apoyo esa tesis del Presidente cuando la formuló, apenas enterado del impresionante triunfo la noche del 17 de febrero.

Lo que se desconoce en el exterior y por parte de “las verdaderas izquierdas”, es que durante el tiempo de campaña, los sectores más retardatarios no solo lanzaron sus ataques a Rafael, sino a Guillermo Lasso, el candidato presidencial de CREO, endilgándolo de “tibio” y “traidor”. Es esa misma extrema derecha que asume desde el fundamentalismo el ataque de nuevo tipo contra el gobierno en estos días, la que endilgó tales calificativos contra Guillermo. Son los sectores más ultra-derechistas, incluso en los medios oligárquicos como “El Universo” y “El Comercio”, los que en la coyuntura electoral llegaron a condenar sin disimulo a Guillermo Lasso, renegando de su temperamento dialogal y su culta manera de comportarse en política, distante y distinta de la conducta, de matones de barrio, de Lucio, Noboa, Nebot o Bucaram.

Si esto fuera Caracas, esos sectores serían caprilistas, contrarios a todo diálogo y a toda moderación.

Aquí tuvimos, y aún tenemos, una oposición mediocre, inculta, fundamentalista y poco preparada, gansteril en sus métodos, tristísima por su total falta de ética, lumpen por sus costumbres consuetudinarias en el quehacer político. Hasta los jefes editoriales de la prensa oligárquica, que se pretende que son gente medianamente preparada, han hecho gala de escaso conocimiento y gansterismo. En estos cinco años no tuvimos una oposición política seria, sino caricatural, garrotera, golpista y cavernícola. No tuvimos al frente un polo ideológico de ‘intelectuales orgánicos’ que representen mejor y bien sus posiciones, intereses y visiones del mundo. Hoy eso sí se percibe, por fin, en Guillermo Lasso, un adversario al cual se le respeta por ser, en efecto, distinto y distante de aquella cultura politiquera de la vieja república. Defenderá sus opciones y enfoques, obviamente, pero guardo la esperanza de que él representará desde el 24 de mayo, la inauguración de la oposición orgánica e intelectual conservadora a la Revolución Ciudadana, con argumentos y conceptos serios y con respeto caballeresco a las reglas del juego democrático. No es el cavernícola coronel Mario Pazmiño, ni el inculto reptilíneo Lucio Gutiérrez, ni el triste clown oligárquico Álvaro Noboa. No es Capriles ni Uribe. En esa tesis, que no la entiende la ultraizquierda interna y externa, coincido con el Mashi.

Recientemente el presidente Rafael Correa notificó el inicio de las negociaciones para su adhesión al MERCOSUR. Desde su perspectiva, ¿qué importancia tendría para el país su inserción en ese bloque comercial del Sur?

En mi opinión, sería un hito más en la construcción de esa agenda internacional soberana, integracionista y multi-polar que tanto ansié que tuviéramos en el Ecuador. Correa ha hecho posibles muchos de esos escenarios que elaboramos y por los cuales luchamos en una década. Falta avanzar mucho más, por supuesto: me gustaría que en breve nuestro Presidente fuera a Moscú y Pekín, los dos nuevos polos del mapamundi que está por nacer en lo que queda de la década. Desearía que estuviéramos en el MERCOSUR para evitarnos un tratado de libre comercio asimétrico con la UE y el renovado imperio alemán. Imagino verlo en Sudáfrica y la India, para trazar hasta allá la línea ecuatorial, que desde Nuestra América la empezara Fidel y continuara Chávez con el África y la gran nación de Gandhi. Y si de soñar se trata, quisiera que un día, entre 2013 y 2017, el Mashi reciba a los máximos representantes del herido y digno Estado de Palestina.

Pero, en el corto y mediano plazo, que Ecuador sume nombre y destino al MERCOSUR, es un desafío y una utopía imposible de imaginar en la era del colonialismo mental que nos tocó padecer con Mahuad, Gustavo Noboa y el dúo Gutiérrez-Zuquilanda. Tan solo pensar que podríamos formar parte del bloque económico (y geopolítico, he de insistir) más fuerte del Sur del mundo, debería motivarnos a apoyar ese esfuerzo y que, a la vez, debamos defender la consolidación temática de la UNASUR, la cristalización  comunicacional del ALBA (en auxilio concreto, no discursivo, a nuestra lucha inminente por la democratización de la comunicación, la tierra y el agua), y el crecimiento acelerado de la CELAC en el concierto internacional de naciones.

Creo que una referencia para saber avanzar en el camino correcto, nos lo da, paradójicamente, el reciente Informe de la CIA sobre Escenarios globales hasta el 2030. Si no apostamos al mundo multi-polar, a la alianza con China, Rusia, India, los países árabes, África, al Mercosur y a la Patria Grande, todo el sacrificio de una década en Ecuador y Latinoamérica, servirían de poco: volverían a mandar en estas tierras los herederos de la doctrina Monroe.

Como parte de la renovación del ejecutivo es notable la presencia de las mujeres en el Parlamento. ¿Qué lecturas le podemos dar a este hecho? ¿Podría tal vez ser una forma de enfocarse  hacia la violencia de género, una realidad histórica todavía patente a pesar de los avances constitucionales y legales en ese orden?

La feminización de la conducción parlamentaria y en la composición del gabinete ejecutivo, pone contra las cuerdas a una oposición mediática y social conservadora que siempre tiene respuestas descreídas a todo. Si lanzamos el primer satélite al espacio, los “huasicamas” del imperio, caricaturizan, amargados, el inédito despegue del país hacia el futuro. Si la prensa europea sostiene que Ecuador es “el nuevo jaguar de América”, los “felipillos” de la burguesía caricaturizan, envenenados, diciendo que el país no llega a tanto, solo a “danta” o “tapir”. Si ahora tenemos tres mujeres al frente de la Asamblea Legislativa, los “malinches” de los medios, caricaturizan, con odio en el fondo, esta inédita experiencia política, citando que se trata de “una treta”.

La realidad histórica de relegamiento a la mujer, de discriminación de género y de machismo marcado, evidentes en nuestra sociedad patriarcal, son confrontadas así por una revolución política como la nuestra, que envía mensajes de superación y ampliación de la democracia, de feminización de la política y del ejercicio de poder, y que ojalá, es mi deseo, coadyuve a  sancionar al feminicidio, delito que aumentó en el país, y a fortalecer las políticas de inclusión, de igualdad de género y los derechos de las mujeres.

¿Una revolución puede avanzar sin la participación de los sujetos históricos y las comunidades sociales?” ¿De qué manera esta pregunta esbozada por usted se cumple al interior del proceso ecuatoriano?

He sostenido lo contrario: “Una revolución NO puede avanzar sin la participación de los sujetos históricos y las comunidades sociales”. Creo que toda revolución, y más un proceso revolucionario del siglo 21 donde las diversidades son su cualidad, se mide por el grado de ejercicio participativo de su gente y por una virtud escasa en toda revolución que no ensancha sus espacios: en que no le tiene miedo a las comunidades, al pueblo, a la gente, y en que abre ‘las anchas alamedas’ como dijo Allende, para la participación directa, crítica y abierta de la sociedad movilizada. Al neoliberalismo en retroceso y a la democracia minimalista de la partidocracia, debemos anteponer más democracia participativa y directa.

En esa dimensión, en este proceso hemos conquistado muchos niveles, canales y espacios de participación, desde antes de la Constituyente, y luego de ella, amparados en la Constitución más vital del planeta: la que consignó por vez primera que tuviéramos derechos de la naturaleza, la silla vacía, el cuarto poder ciudadano, los consejos sectoriales participativos, entre otros.

Obviamente, dolorosamente en mi opinión, toda institucionalización de la participación es inevitable, pero si se acartona y formaliza, se corre el peligro de ‘formolizarla´, promoviendo el consentimiento callado y obediente. Sin organización ni participación ‘ilegal y ruidosa’, quiero decir sin la activa presencia de la gente, de las organizaciones y militantes que están o nacieron con este proceso, se ritualizan los espacios de movilización y los instrumentos de participación. Y “una revolución sin baile, no es una revolución.

Las organizaciones sociales comprometidas con este proceso han cometido muchos errores, demasiados, en tan pocos años. Por eso opino que tenemos por delante varios quehaceres, tanto las organizaciones sociales, cuanto las comunidades, y también las militancias, PAIS, los CDRs, los funcionarios revolucionarios, el Ejecutivo y el Legislativo, el Gobierno en sí:

- Construir un Eje Nacional de la Revolución Ciudadana que amplíe la participación social y garantice la continuidad del proceso.

- No dejar solo al Mashi en su tesis de que es necesario asumir la autocrítica (y la crítica añadiría yo) para revolucionar la revolución. Es crucial acompañarlo, defenderlo y ayudarlo a profundizar la revolución.

- Saber que los procesos revolucionarios del siglo 21 son como ríos, y un río trae de todo: no puede mirarse ese río como “izquierda y derecha”. Se debe entender que lleva y concentra al ‘todo nacional’, que fue fragmentado en la era neoliberal.

- Estar conscientes que ésta es una ventana de oportunidad histórica de un pueblo: no podemos desperdiciarla ni dejar que la desperdicien nuestras propias autoridades, ministros, funcionarios, técnicos, militantes y medios públicos.

- Impulsar la movilización permanente de todos los actores comprometidos con este proceso: una revolución que se profundiza, no lo hace desde la inercia y la inmovilidad. No se puede movilizar la gente solamente cada 30 de septiembre, cada 17 de febrero y cada 1º de mayo.

- Hay que dotar de seguridad a los cuadros dirigentes, tanto en el Estado cuanto en las comunidades y militancia, porque estimo que la reacción más violenta buscará golpear selectivamente y escalar a nuevos escenarios la confrontación entre el 2013 y 2017.

- Alentar la organización popular lo más masivamente que se pueda. Es crucial construir “las otras Ciudades Yáchay”. Abajo y arriba, al este y al oeste, al norte y al sur, hay que constituir los epicentros de los otros conocimientos, de las sabidurías populares, de las experticias militantes y de las experiencias de formación política, organización, historia y vida, valiosas y potentes que tenemos en un pueblo tan ejemplarmente insurrecto como el nuestro, reivindicando las venidas a menos ciencias sociales, los espacios de discusión en calles e instituciones, espacios que pudimos abrir en la efervescente etapa pre-revolucionaria de noviembre de 2004 a abril de 2005. Las amas de casa dialogaban sobre política petrolera del país en asambleas barriales; los trabajadores discutían la Constituyente en las empresas estatales; los y las “guambras” (quichuismo por jóvenes) reivindicaban el sexo, el baile y el humor como ejes nodales de la lucha contra la vieja república, y los activistas conspirábamos en público para derribar al viejo régimen.

Ese “ambiente” revolucionario debe respirarse, otra vez, cada vez más, superando el “te doy haciendo” al que a veces están acostumbrados los funcionarios y militantes. Parafraseando a “V” (el héroe del famoso film) “el pueblo no teme a los cenáculos que desconfían de la gente; son ellos los que temen a la ciudadanía revolucionada”.






venerdì 24 maggio 2013

Muos, Niscemi resiste ai giochi di guerra



Muos, Niscemi resiste ai giochi di guerra

Manlio Dinucci | Il manifesto

21/05/2013

La Lockheed Martin - compagnia aerospaziale e di «sicurezza globale» con 120mila dipendenti e vendite nette per 50 miliardi di dollari annui - ha appena consegnato il secondo satellite Muos a Cape Canaveral, da dove sarà lanciato a luglio. Il primo satellite è già operativo dal 2012. L'intera costellazione di quattro satelliti di questo nuovo sistema di comunicazioni della U.S. Navy sarà in orbita entro il 2015. Intanto la General Dymanics - altro gigante dell'industria bellica, con 90mila dipendenti e vendite annue per oltre 30 miliardi di dollari - costruisce le quattro stazioni terrestri del Muos: due in territorio Usa, in Virginia e nelle Hawaii, una in Australia e una in Sicilia. Dotata ciascuna di tre grandi parabole di 18 metri di diametro. La General Dynamics sta fornendo alle forze Usa le prime radio portatili An/Prc-155: degli smart phones per la guerra che, attraverso il Mobile User Objective System ad altissima frequenza, trasmettono in modo criptato, simultaneamente, voce, video e dati in streaming. Con il secondo satellite, il sistema sarà utilizzabile da oltre 20mila degli attuali terminali: successivamente essi saranno sostituiti con i nuovi, che trasmettono una mole di dati 16 volte superiore. Sottomarini e navi da guerra, cacciabombardieri e droni, veicoli militari e reparti terrestri saranno così collegati a un'unica rete di comando e comunicazioni, mentre sono in movimento, in qualsiasi parte del mondo si trovino.

Gli strateghi che hanno concepito questa macchina da guerra globale non si sarebbero però mai aspettati che gli abitanti di una cittadina siciliana, Niscemi, avrebbero osato resistere. Quando il progetto Muos viene varato dalla Lockheed nel 2004, è il governo Berlusconi che autorizza segretamente a installare in Sicilia una delle stazioni terrestri. Viene scelta Sigonella, ma uno studio realizzato da una società statunitense avverte che le fortissime emissioni elettromagnetiche delle antenne possono far esplodere gli ordigni presenti nella base. Viene quindi scelta Niscemi, dove c'è già un centro Usa di trasmissioni radio navali con 41 antenne. Il nulla osta viene dato, sempre segretamente, dal governo Prodi e, nel 2007, la Regione Sicilia dà luce verde all'installazione. Non la danno però gli abitanti e il Comune di Niscemi, consapevoli dei danni sanitari delle emissioni elettromagnetiche. Nasce il movimento popolare No Muos che si diffonde anche nei comuni limitrofi e, lo scorso marzo, il nuovo presidente della Regione Rosario Crocetta revoca definitivamente l'autorizzazione per il Muos di Niscemi.
 Scatta a questo punto la controffensiva. Le
azioni non-violente degli attivisti No Muos vengono duramente represse e condannate dall'ambasciata Usa a Roma e dal ministero italiano della difesa, che porta il Comune di Niscemi innanzi al Tar chiedendo un grosso risarcimento per l'interruzione dei lavori. Mentre si aspetta il responso dell'Istituto superiore di sanità (da cui c'è poco da aspettarsi) e il fisico John Oetting della Hopkins University assicura che le antenne Muos emettono meno radiazioni di un forno a microonde, parlamentari Cinque Stelle, dopo aver visitato l'installazione, garantiscono che «i lavori sono fermi e i parametri mostrati dal console Moore sono al di sotto dei limiti di pericolosità». Dichiarazioni contestate dai manifestanti che, con scritte tipo «No war in Syria» e «Contro il Muos per un Mediterraneo di pace», dimostrano che la loro è anche una resistenza alle politiche di guerra.

immagini inserite da autore blog da internet

In Bangladesh gli operai del tessile finalmente autorizzati a costituire i sindacati: una vittoria nel sangue



In Bangladesh gli operai del tessile finalmente autorizzati a costituire i sindacati: una vittoria nel sangue

Il disastro umano ha rivelato l'ipocrisia dei paesi occidentali e delle loro multinazionali, per i quali la libertà si limita alla libertà d'impresa e si arresta alle porte della libertà di espressione, di manifestazione, di organizzazione sindacale.

L'ultimo macabro bilancio delle vittime conta 1.127 morti: la catastrofe umanitaria vissuta in Bangladesh ha rivelato le condizioni di moderna schiavitù degli operai del Bangladesh, che con la Cina, sono "l'opificio del mondo" nel settore tessile. Il disastro ha commosso i lavoratori di tutto il mondo e ha fatto infuriare i lavoratori locali che ora chiedono non solo forti standard di sicurezza, ma anche l'esproprio dei datori di lavoro e, infine, la libertà di organizzazione sindacale.

Le grandi imprese occidentali come Benetton, H&M e Carrefour hanno scelto il Bangladesh come terra di elezione per due motivi: i costi di manodopera sono i più bassi del mondo (1 $ al giorno) e il governo fornisce un ambiente favorevole alle imprese.

Favorevole alle imprese, significa bassa imposizione fiscale, decontribuzione sui salari, nessun diritto del lavoro vincolante e soprattutto repressione di qualsiasi movimento operaio organizzato.

In Bangladesh, la repressione del movimento sindacale è costante: il diritto di sciopero non è riconosciuto nei "servizi essenziali", la sindacalizzazione è impossibile nel settore pubblico e limitata nel privato al riconoscimento dell'organizzazione sindacale da parte delle autorità.

Nel settore tessile, la situazione è ancora più semplificata: il diritto alla libertà di associazione è semplicemente negato.

La presenza di un'organizzazione probabilmente avrebbe, secondo molte voci concordanti, contribuito a difendere la sicurezza sul posto di lavoro, consentito il diritto di astensione dei lavoratori in condizioni di lavoro sempre più pericoloso, come quelle osservate prima del disastro.

La portata della decisione adottata il 13 maggio non va sopravvalutata, ma vale il suo significato simbolico: i 4 milioni di lavoratori del tessile si vedono finalmente riconosciuto il diritto di organizzazione sindacale senza la preventiva autorizzazione del datore di lavoro.

Tuttavia, questa misura si inscrive nella volontà di far scendere la pressione in un momento in cui cresce la collera degli operai. Allo stesso tempo, il governo ha annunciato la chiusura di 18 fabbriche per motivi di sicurezza.

Questa misura non deve sollevare alcuna illusione. Il diritto di sciopero e i diritti sindacali avrebbero dovuto essere già riconosciuti legalmente, ma contraddetti in pratica dalla compiacenza dello Stato con le multinazionali: infatti le limitazioni alla loro applicazione li rendendo inoperanti.

Ciò che il disastro rivela, che l'annuncio dei mass media rende evidente, è che la globalizzazione capitalistica è pronta in nome del profitto a distruggere i salari, i diritti sociali, i servizi pubblici per dei lavoratori supersfruttati, fino a sacrificare i diritti umani e le vite dei lavoratori della periferia.

Ricordiamo una citazione dal Capitale (capitolo XXXI), ripresa da un economista inglese del XIX secolo, di tragica attualità:

"Il capitale aborre la mancanza di profitto o il profitto molto esiguo, come la natura aborre il vuoto. Quando c'è un profitto proporzionato, il capitale diventa audace. Garantitegli il dieci per cento, e lo si può impiegare dappertutto; il venti per cento, - e diventa vivace; il cinquanta per cento, e diventa veramente temerario; per il cento per cento si mette sotto i piedi tutte le leggi umane; dategli il trecento per cento, e non ci sarà nessun crimine che esso non arrischi commettere".

Identificare il tasso di profitto delle
multinazionali del tessile significa capire fino a che punto queste ultime siano disposte a spingersi nei delitti e nell'orrore umano.

Di fronte a questi crimini, l'indignazione umana è solo una prima presa di coscienza: deve condurre a un'azione politica rivoluzionaria per rovesciare questo sistema iniquo.


foto inserite tratte  da internet 

giovedì 23 maggio 2013

La difícil construción del socialismo en Venezuela / La difficile costruzione del Socialismo in Venezuela



La difícil construción del socialismo en Venezuela

Juan Carlos Monedero
El escenario presentado por la oposición al chavismo durante la breve campaña ha tenido tintes apocalípticos: catorce años de Gobierno (con casi dos generaciones que sólo han conocido gobiernos chavistas), la muerte del carismático líder y su sustitución por alguien que no es Chávez (algo, por otro lado, evidente), apagones eléctricos y problemas de abastecimiento (cierto que provocados por sabotajes, aunque esto no lo decían), una delincuencia en niveles muy altos, subidas de precios (donde hay mucha responsabilidad de acaparadores y especuladores, cosa que tampoco se enuncia), corrupción en la administración... Y, sin embargo, Nicolás Maduro ha ganado las elecciones. Con un resultado al que no estaba acostumbrado el chavismo (siempre sacando dos dígitos a sus adversarios), pero que no está lejos del de otros presidentes (Calderón, Bush). Maduro ha ganado las elecciones y la oposición, como ha venido siendo la norma desde 1998, desconoce el resultado. La derecha siempre piensa que el poder le pertenece.
La derecha siempre piensa que el poder le pertenece
Para entender la victoria de Nicolás Maduro haría falta dejar de lado la agotada ciencia política y leer un poco de literatura (por ejemplo, Los pasos perdidos, de Alejo Carpentier). Se vería así que los ritmos del mar, de los ríos infinitos y de la tierra no son los de las fábricas y las autopistas. Ayudaría también entender la lógica de las telenovelas —donde se reinventa constantemente el mito de la Cenicienta, ahora con jueces y herencias de por medio— o el porqué de la necesidad popular de santos cotidianos, esos que dan fuerza a los que se levantan a las cuatro de la madrugada para ir a un trabajo donde se demorarán toda la jornada y recibirán un salario que no alcanza para ir a Disneyworld. Ayudaría también entender la humillación acumulada del pueblo frente a los mantuanos y los extranjeros y la dignidad recuperada gracias a alguien que era de los suyos (piensen en Los santos inocentes de Miguel Delibes, multiplíquenlo por diez, metan el racismo histórico hacia los negros y los indios, y aderécenlo con penetración imperial norteamericana; entonces se aproximarán a lo que ha sido la historia de América Latina durante dos siglos). En una asamblea comunal, una mujer venezolana le dice a otra: "¡Chica, es que hablas como Chávez!". Y ella le contesta: "No. Es que Chávez habla como nosotros". No hay niños desnutridos en las calles de Venezuela y en las escuelas se entregan libros y ordenadores. El último año se repartieron 200.000 viviendas. Además, a los venezolanos ya no les da vergüenza ser venezolanos. En el editorial de un periódico global y desubicado se decía: el populista Chávez se gasta el dinero del petróleo en educación, en sanidad, en pensiones, en vivienda social. Claro, así cualquiera gana elecciones.
Raúl Arboleda / AFP
¿Por qué la izquierda avanza en América Latina y se despeña en Europa? Pudiera ser porque Europa insiste en despreciar lo que ignora. De nada sirve toda la escuela de Frankfurt advirtiendo frente a la torpeza moderna a la hora de usar la racionalidad de otra manera que no fuera mera instrumentalidad —vaya, que no fuera como Terminator—. Tampoco le ha servido al bueno de Baumann su apuesta por lo líquido y su advertencia de que hay una línea casi recta entre el pensamiento de la Modernidad y los crematorios de Auschwitz. Europa sigue cometiendo "epistemicidios", haciendo del pensamiento lineal un camino a ninguna parte, midiendo el mundo con la vara arbitraria de su saber eurocéntrico.
Capriles ha sacado un buen resultado no por méritos propios, sino por los errores del chavismo
La Venezuela bolivariana sigue pareciéndole a lo discípulos de las brumas filosóficas demasiado frívola. ¿Un Presidente que canta? ¿Un líder que se ríe con su pueblo? ¿Un dirigente que se la pasa manchado de barro y con los sectores más humildes? Y por si fuera poco ¡ahora un Presidente conductor de autobús! Si entendieran la emocionalidad de este proceso, sabrían que no se puede derrotar al sueño de los pobres con un burguesito que ayer decía que iba a echar a los médicos cubanos y hoy promete darles la nacionalidad, que ayer quería encarcelar o inhabilitar a Chávez y hoy se declara su más ferviente discípulo, que ayer insultaba a las misiones y hoy dice que las va a potenciar. Y lo dice rodeado de personas de plástico —como cantaba Rubén Blades— a las que se les nota a la legua que les molesta todo lo que sepa, huela o se vea como pueblo. Claro que Capriles ha sacado un buen resultado. Pero no por méritos propios, sino por acumulación de los errores del chavismo.
Nicolás Maduro, un conductor de autobús que ha hecho su grado y su posgrado en la política (cuidado con los elitistas: ¿cuántos licenciados y doctores no han arruinado países?), tiene la experiencia suficiente como para continuar el proceso e, incluso, superar los cuellos de botella en los que se ha detenido. Como sindicalista, como diputado, como Presidente de la Asamblea, como Canciller, como Vicepresidente. Si Chávez lo escogió entre un gran abanico de posibilidades no fue por capricho. El Presidente fallecido tardó demasiado en pensar en su sucesión. Pero cuando la enfermedad le puso en la urgente tesitura de hacerlo, la formación de Maduro ya era un hecho. En su intervención el día de las elecciones desde su colegio electoral,
Maduro demostró que ya estaba preparado. Los tics de emulación de su maestro quedaron atrás. Apareció, de pronto, él mismo. Algo tarde, pero un Maduro completo ya estaba ahí. Sus gestos, su discurso, su temperamento, su tranquilidad. Él, como la mayoría del pueblo, "le ha cumplido a Chávez". Ahora ya puede continuar solo. El gran reto de suplir a un Presidente "gigante" -es lo que ha sido Chávez, pese a los errores y todo lo pendiente- lo ha sabido hacer con bien. No parecer que se renunciaba a su legado; no parecer un simple clon del Comandante. Y el pueblo de Venezuela ha sido claro: acompañábamos a Chávez, pero también acompañábamos un proyecto. Cierto que la oposición ha sacado su mejor resultado. Pero Maduro ha sacado 300.000 votos más.
Edwin Montilva / REUTERS
Los retos de Maduro son grandes. Cuando en el mitin de cierre de campaña se hizo acompañar de todo su tren ministerial estaba lanzando un primer mensaje claro: somos un equipo. El carisma de Chávez va a ser sustituido por política. El segundo mensaje no era menos contundente: desde el día después de las elecciones, Maduro va a recorrer el país durante dos semanas, escuchando al pueblo, sus quejas, sus necesidades, sus deseos de colaboración. Casi el 50% de los electores no ha entendido la propuesta de Maduro. Corresponde, pues, explicarla. Y, al tiempo, construyendo los nuevos acuerdos que permiten gobernar un país.
Maduro heredó de Chávez su señalamiento como la persona encargada de continuar la revolución bolivariana, pero con ese legado no venía incluido el acuerdo que trenzó Chávez en estos catorce años. Le corresponde al nuevo equipo de Gobierno construir el nuevo bloque y lograr hegemonía gracias a la incorporación de grupos, sensibilidades, profesiones, partidos, ámbitos geográficos, etc. Es aquí donde existe más riesgo de fractura en cualquier proceso de cambio, de manera que la voluntad demostrada de hilar todos estos asuntos indica sensibilidad política y buen tino. El tercer mensaje es igualmente contundente: ningún acuerdo con la "burguesía" (es decir, con quienes apuesten por aprovecharse del trabajo de los demás) ni con el imperio (los vecinos del norte, siempre conspirando para desestabilizar a los desobedientes, pero también las empresas transnacionales, que creen que cualquier territorio es un mercado y les pertenece). En cuanto al programa, Maduro sabe, como miembro de diferentes Gobiernos de Chávez, que hay tres problemas urgentes: la inseguridad, la corrupción y la ineficiencia. Tres problemas estructurales, históricos, de muy difícil solución pero donde el proceso se juega su credibilidad popular una vez que todos los demás logros pronto se verán ya como derechos adquiridos. La crisis económica mundial terminará llegando a América Latina, y en ese escenario es esencial que el entendimiento entre el pueblo y el gobierno sea total. Para ello, la transparencia y la probidad del comportamiento gubernamental son condición sine qua non.
Todo esto sólo se podrá lograr con la participación popular y con una apertura inmensa a la crítica y a la autocrítica. La desaparición física de una figura tan presente como la de Chávez, abre mucho espacio para muchas cosas. En un mundo sin modelos, la frase de Simón Rodríguez "inventamos o erramos" sigue siendo radicalmente válida. El vivencialismo o experimentalismo es más relevante que la repetición de modelos que han demostrado su invalidez. Por eso, el proceso bolivariano necesita tener mucha cintura para escuchar todos los mensajes que le vengan desde todos los ángulos afines al proceso. De la misma manera que tiene que aprender a compartir desde el Estado cuotas de poder que deberán ser entregadas al poder comunal. De lo contrario, el Estado se irá burocratizando cada vez más, y la crítica quedará en manos de los enemigos del proceso. En ambos casos, la consecuencia será la imposibilidad de construir una nueva hegemonía.
Venezuela ha tenido éxito, a diferencia de lo que ha sido la norma en la izquierda latinoamericana, por cinco razones. La transformación ha venido acompañada de redistribución de la renta (posibilitada por el alto precio del petróleo y la voluntad de repartirlo), ha sido democrática, tanto en términos electorales como de democracia participativa, ha venido en forma de ola regional, ha gozado de las posibilidades que brindan las nuevas formas de comunicación y no ha generado un rechazo extremo como ocurrió con el comunismo en los años 20 y 30. Pero al ser una "revolución" electoral, siempre se la juega en el último embate. Este último quizá haya sido el más difícil, al estar marcado por la ausencia del fundador de la V República. También ha sido superado. Europa seguirá, en cualquier caso, criticando a Venezuela. Algo siempre más socorrido que ver las miserias propias.

 La difficile costruzione del Socialismo in Venezuela
   
di Juan Carlos Monedero
Lo scenario presentato dall’opposizione al chavismo durante la breve campagna elettorale ha raggiunto apici apocalittici: quattordici anni di Governo (con quasi due generazioni che hanno conosciuto governi chavisti), la morte del carismatico leader e la sostituzione con qualcuno che non è  Chávez (cosa d’altronde evidente), blackout elettrici e problemi di somministrazione alimentare (provocati dai sabotaggi, anche se non lo dicono), una delinquenza che ha raggiunto livelli molto alti, innalzamento dei prezzi (dove le responsabilità degli accaparratori e speculatori sono evidenti, altra aspetto che non si evidenzia), corruzione nell’amministrazione… E, senza alcun dubbio, Nicolás Maduro ha vinto le elezioni. con un risultato al quale il chavismo non è certo abituato (ottenendo sempre un vantaggio di una ventina di punti), che però non è lontano da quello ottenuto da altri presidenti (Calderón, Bush). Maduro ha vinto le elezioni e l’opposizione, como è stato di norma dal 1998, non riconosce il risultato. La destra pensa sempre che il potere le appartiene.
Per comprendere la vittoria di Nicolás Maduro è necessario
lasciare da parte le consunta scienza politica e darsi invece alla letteratura (per esempio, Los pasos perdidos, di Alejo Carpentier). Ci si renderebbe conto in questo modo, che i ritmi del mare, dei fiumi infiniti e della terra non sono quelli delle fabbriche e delle autostrade. Sarebbe di aiuto inoltre, comprendere la logica delle telenovelas — nelle quali si reinventa costantemente il mito della Cenerentola, adesso con giudici ed eredità in mezzo — o anche il perché della necessità popolare dei santi quotidiani, quelli che danno la forza a coloro che si alzano alle quattro del mattino per andare al lavoro, un lavoro che li impegnerà tutta la giornata e per il quale riceveranno un salario che sarà sufficiente per andare a Disneyworld. Aiuterebbe altresì, comprendere l’umiliazione accumulata del popolo di fronte ai mantuanos e agli stranieri e la dignità recuperata grazie a qualcuno che era dei loro (pensate ai Santi innocenti di Miguel Delibes, moltiplicatelo per dieci, aggiungeteci il razzismo storico verso i neri e gli indios, conditelo con la penetrazione imperiale nordamericana; vi avvicinerete quindi a ciò che è stata la storia dell’America Latina negli ultimi secoli). In una assemblea comunale una donna venezuelana dice ad un’altra: “¡Chica, parli come Chávez!”, e lei le risponde: “No. In verità è che Chávez parla come parliamo noi”. Non ci sono bambini denutriti nelle strade del Venezuela e nelle scuole si affidano loro libri e computers portatili. Nell’ultimo anno sono state consegnati 200.ooo alloggi. Inoltre, i Venezuelani, non hanno più vergogna di essere venezuelani. Nell’editoriale di un periodico globale e disorientato di affermava: il populista Chávez spende il denaro del petrolio in educazione, per la sanità, in pensioni, in case popolari. Ovvio, chiunque vincerebbe in questo modo le elezioni.

Perché la sinistra avanza il America latina mentre in Europa precipita? Potrebbe essere che in Europa continua a disprezzare ciò che non conosce. A nulla serve la scuola di Francoforte che mette in guardia di fronte all’orrore moderno nel momento in cui usa la razionalità in maniera totalmente strumentale — nemmeno fosse Terminator—. Non le è servito neppure il buono che c’è in Bauman  ed il suo scommettere sul liquido, sul suo ammonimento sul fatto che esiste una linea quasi retta tra il pensiero della Modernità ed i forni crematori di Auschwitz. L’Europa continua a commettere “epistemicidi”, facendo del pensiero lineare una strada che non porta da nessuna parte, misurando il mondo con il suo eurocentrico bastone di comando.
Il Venezuela bolivariano continua a darle l’impressione dei discepoli delle dottrine filosofiche troppo frivole. Un presidente che canta? Un leader che ride con il suo popolo? Un dirigente che spende il suo tempo sporcandosi di fango nelle zone più umili? E come se non fosse abbastanza adesso anche un Presidente conducente di autobus! Se intendessero l’emotività di questo processo, capirebbero che non si può  sconfiggere il sogno dei poveri con un piccolo borghese che solo ieri diceva che avrebbe cacciato i medici cubani ed oggi promette di dare loro la cittadinanza, che ieri voleva mettere in carcere o rendere ineleggibile Chávez ed oggi si dichiara un suo fervente discepolo, che ieri insultava le missioni sociali ed oggi dice che vuole potenziarle. E lo dice circondandosi di gente di plastica —  come cantava Rubén Blades— per la quale è evidente il fastidio che mostrano per tutto ciò che ha a che vedere con il  popolo. Risulta chiaro che Capriles ha ottenuto un buon risultato. Ma non certo per proprio merito, piuttosto per la somma degli errori del chavismo.
Nicolás Maduro, un conducente di autobus che
ha conseguito la sua laurea ed il suo dottorato in politica (attenzione con le concezioni elitarie: quanti laureati e dottori sono responsabili di aver rovinato interi paesi?), ha acquisito l’esperienza sufficiente per portare avanti il processo rivoluzionario, non solo, ma anche per superare i colli di bottiglia nei quali si è bloccato. Come sindacalista, como deputato, como Presidente della Assemblea, como ministro degli Esteri, como Vicepresidente. Se Chávez lo ha scelto in mezzo ad un ampio ventaglio di possibilità non è stato certo per un capriccio. Il Presidente caduto ha ritardato troppo prima di cominciare a pensare a quale sarebbe stato lo scenario dopo di lui. Ma quando la malattia l’ha messo di fronte all’urgenza e alla necessità di farlo, la formazione di Maduro era già un dato di fatto. Nel suo intervento nel giorno delle elezioni dal suo collegio elettorale, Maduro ha dimostrato che era pronto. I tic dell’emulazione del suo maestro sono stati superati. Al momento opportuno si è presentato per quello che lui stesso è. Forse con ritardo, ma un Maduro completo alla fine stava lì. I suoi gesti, il suo discorso, il suo temperamento, la sua tranquillità. Lui, come la maggioranza del popolo, “ha portato a termine l’impegno preso con Chávez”. Adesso possono continuare autonomamente. La grande sfida di avvicendarsi ad un Presidente “gigante” – ci che è stato Chávez, nonostante gli errori e tutto il resto – lo ha saputo fare per bene. Senza rinunciare al suo lascito; senza apparire un semplice clone del Comandante. Ed il popolo del Venezuela è stato chiaro: accompagniamo Chávez, ma accompagniamo anche un progetto. Non si può dubitare che l’opposizione ha ottenuto il suo migliore risultato. Maduro ha ottenuto però 300.000 voti in più.
Le sfide di Maduro sono grandi. quando nell’incontro di chiusura della campagna si è fatto accompagnare da tutto il collegio ministeriale ha lanciato un primo messaggio: siamo un gruppo. il carisma di Chávez sarà sostituito con la politica. Il secondo messaggio non era meno contundente: dal giorno successivo alle elezioni, Maduro comincia il giro del paese per due settimane, ascoltando il pueblo, le sue rimostranze, le sue necessità, i suo desideri di collaborazione. Quasi il 50% degli elettori non ha compreso la proposta di Maduro. Quindi è necessario spiegarla. E, contemporaneamente, costruendo i nuovi accordi che permettano di governare il paese.
Maduro ha ereditato da Chávez la sua indicazione como la persona incaricata di  continuare la Rivoluzione bolivariana, però con questa eredità non è incluso  l’accordo che ha intrecciato Chávez in questi 14 anni. Obbiettivo del nuovo gruppo di governo è costruire il nuovo blocco e conquistare l’egemonia grazie all’inclusione di gruppi, sensibilità, professioni, partiti, ambiti geografici, ecc. Qui è dove esiste il rischio maggiore di rottura in qualsiasi processo di cambiamento, in maniera tale che la volontà dimostrata di connettere tutte queste questioni indica sensibilità politica e buona accortezza. Il terzo messaggio è ugualmente importante: nessun compromesso con la “borghesia” (cioè con coloro che scommettono per approfittarsi dle lavoro degli altri) né con l’impero (i vicine del nord cospirano sempre  per destabilizzare chi  disobbedisce, ma anche le imprese transazionali,che credono che qualsiasi territorio gli appartenga e che sia un loro mercato). Per quanto riguarda il programma, Maduro sa, in quanto membro di diversi Governi di Chávez, che ci sono tre problemi urgenti: l’insicurezza, la corruzione e la inefficienza. tre problemi strutturali, storici, di difficile soluzione ma dove il processo si gioca la sua credibilità popolare una volta che tutte le altre conquiste saranno percepiti presto come diritti acquisiti. La crisi economica mondiale avrà le sue ripercussioni anche in America Latina, e in questo scenario è essenziale che l’intesa tra il popolo ed il governo sia totale. Per questo, la trasparenza e il comportamento probo del governo sono condizioni sine qua non.
Tutto ciò si può solo conquistare con la partecipazione popolare ed una immensa apertura alla critica e all’autocritica. La scomparse fisica di una figura tanto presente come quella di Chávez, apre moti spazi per molte cose. In un mondo senza modelli, la frase di Simón Rodríguez “inventiamo o sbagliamo”continua ad essere radicalmente valida. Il vivere e l’esperire sono sempre più importanti che la pedissequa ripetizione di modelli che hanno dimostrato la propria inadeguatezza. Perciò, il processo bolivariano ha bisogno di averemo molta corda per ascoltare tutti i messaggi che provengono da tutti gli angoli affini al processo. Allo stesso modo è necessario imparare a condividere, da parte dello Stato, quote di potere che dovranno essere concesse al poder comunal. In caso contrario, lo Stato si burocratizzerà sempre di più, e la critica sarà un arma consegnata nelle mani dei nemici del processo. In tal caso, la conseguenza sarà l’impossibilità di costruire una nuova egemonia.
Il Venezuela ha avuto successo, a differenza di quella che è stata la norma della sinistra latinoamericana, per cinque ragioni. La trasformazione è stata accompagnata dalla redistribuzione della rendita (grazie all’alto prezzo del petrolio e la volontà di condividerlo), è stata democratica, tanto nei termini elettorali, come per la democrazia partecipativa, si è sviluppata come un’onda regionale, ha goduto delle possibilità offerte dalle nuove forme di comunicazione e non ha generato un rifiuto estremo come è accaduto con il comunismo negli anni 20 e 30. Ma, essendo una “rivoluzione” elettorale, se la gioca sempre nell’ultimo incontro. Quest’ultimo, forse, è stato ilo più difficile, essendo segnato dall’assenza del fondatore della V Repubblica. Anche se è stato superato. In qualsiasi caso l’Europa continuerà a criticare il Venezuela. Che è sempre qualcosa di più comodo che guardare alle proprie miserie.

Publicato originalmente in Público.es
[trad. dal castigliano di Ciro Brescia]

albainformazione.wordpress.com/2013/05/22/la-difficile-costruzione-del-socialismo-in-venezuela/